La investigación se realizó en 37 pacientes (20 de sexo masculino, 17 de sexo femenino) con diferentes tipos de epilepsia farmacorresistente que utilizaron nuestroaceite de CBD al 24%
. Para la recopilación de datos y la evaluación de los resultados, el equipo de investigación examinó las historias clínicas y la información registrada por las personas que cuidaban al paciente en tratamiento. Los pacientes tenían una edad muy variable (entre 2 y 54 años). Veintidós sujetos padecían encefalopatía epiléptica, nueve epilepsia focal y seis epilepsia generalizada.
Todos los participantes tomaron una dosis diaria, entre 5 y 50 miligramos por kilogramo de peso corporal, de aceite de CBD Enecta al 24%.
El aceite se administraba por vía sublingual y su eficacia se evaluó en función de los episodios de manifestaciones epilépticas que se reportaron durante el período de seguimiento. Los resultados fueron sorprendentes. Siete pacientes no tuvieron más manifestaciones epilépticas, 27 pacientes vieron disminuir el número de crisis en más del 50%, dos pacientes reportaron una disminución más leve, mientras que solo uno interrumpió la terapia porque no encontró ninguna eficacia. Uno de los datos quizás más importantes se refiere a la terapia concomitante con otros medicamentos antiepilépticos: en diez de los sujetos involucrados se logró el llamado “destete” del medicamento después de aproximadamente 24 semanas desde el inicio de la administración de aceite de CBD.
Por último, se evaluaron los posibles efectos adversos. Nueve pacientes manifestaron eventos leves y, en todo caso, transitorios, como la pérdida de apetito o una ligera somnolencia. Cuatro de los siete pacientes que declararon haber sufrido somnolencia estaban en terapia combinada con ácido valproico, un medicamento utilizado para tratar la epilepsia. No se observaron cambios en las funciones de las enzimas hepáticas.
Al observar los resultados con más detalle, se supo que 19 de los 22 pacientes con encefalopatía epiléptica experimentaron una mejora notable, con una caída considerable en el número de crisis. Entre los nueve pacientes con epilepsia focal, cinco observaron una fuerte mejoría en el número de episodios de crisis epilépticas y tres de ellos no han vuelto a presentar ninguna. Lo mismo ocurrió con tres de los seis pacientes con epilepsia generalizada: las crisis desaparecieron.
Los investigadores no observaron una correlación directa entre la cantidad de aceite de CBD y la ausencia de crisis epilépticas. De hecho, la dosificación fue variable a lo largo del tiempo. Se trata de un elemento que requiere más investigaciones para comprender mejor cuáles son los factores que determinan el éxito del cannabidiol en un sujeto epiléptico. Es importante recordar que los 37 individuos involucrados en el estudio tomaban varios medicamentos antiepilépticos concomitantes durante el período de referencia. Veinticuatro pacientes tomaron ácido valproico y clobazam, ambas sustancias anticonvulsivas. Los pacientes que experimentaron al menos una reducción del 50% en las crisis epilépticas redujeron la dosis de medicamentos concomitantes 24 semanas después de la introducción del aceite a base de CBD.
A las 40 semanas de seguimiento, 10 pacientes (27%) pudieron evitar las crisis epilépticas, en asociación con un solo medicamento. Estos son resultados que sugieren una buena posibilidad de uso futuro de productos con CBD para el tratamiento de epilepsias farmacorresistentes. A esto se suma el hecho de que ninguno de los sujetos analizados reportó un empeoramiento en la frecuencia de las crisis convulsivas.